miércoles, 12 de diciembre de 2007

La vida sin energéticos




Hará unos días, leyendo una pequeña reseña del primer informe de gobierno de nuestro presidente el C. Felipe Calderón Hinojosa, me llamo la atención la declaración que dio respecto a que solo nos quedan nueve años de reserva de energéticos. Curiosamente al siguiente día en el salón de clases unos de mis maestros hablaba del tema de los energéticos y algunos de los problemas que traerá consigo cuando ya no los tengamos. Simplemente tendríamos que prescindir de toda nuestra tecnología y al mismo tiempo de nuestro estilo de vida tan tecnocentrista.


¿A caso llegara un momento en el cual de avanzar empecemos a retroceder? Quisiera saber cual será el destino de nuestra raza sin su preciada electricidad, ni su sobrevalorado petróleo. ¿Será qué las grandes naciones industrializadas lleguen a su fin? ¿Qué los ejércitos tengan que volver a las falanges, sus pesadas caballerías y a sus arqueros? Tal vez así apunte el futuro armamentista. Pero, ¿qué sucederá con todos aquellos grandes avances que benefician a la humanidad como la medicina?


Tal vez los aspectos que segarían a la falta de energéticos no serán tan negativos; quizás las siguientes generaciones podrán respirar aire limpio y no sufrir de cáncer de piel por la falta de la capa de ozono que hoy estamos destruyendo.
Quien sabe si en realidad suceda todo esto, tan solo me encuentro divagando en un mundo de posibilidades para el futuro de la energía en nuestro país y pensando mas allá en el futuro de nuestro planeta. Necesitamos pensar en otros métodos para generar la energía necesaria para iluminar nuestras ciudades, para movilizar nuestros medios de transportes y así mantener nuestro estilo de vida para evitar caer en una involución en lugar de seguir evolucionando.


Carlos Martinez Durazo

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